¡Ring! ¡Ring!
- No le parece demasiado tarde para hacer una fiesta.
- Hombre, las seis de la mañana me parece aún temprano.
- No comprendo por qué llueve sobre el mar.
- Pues para regar las algas.
- Jamás encontraré un amor como el de mi madre.
- Tienes razón, tu madre es estupenda amando.
- Me ha pillado toda la tormenta.
- Egoísta, deberías haber dejado algo para el campo.
- ¿Tienes fuego?
- ¿Quieres fumar?
- No, soy bombero.
- ¿Usted es el señor Toro, verdad?
- No, soy la señora Vaca. Es que me he cambiado de sexo.
- Era un libro tan pesado, que se me caían los ojos.
- Claro, es que los libros se cogen con las manos, y no con los ojos.
- Yo no he leído “La Náusea”, porque seguro que es un asco.
- Pues yo quiero vivir como mi abuelo.
- ¿Es muy longevo?
- No, pero es millonario, vicioso y parrandero.
- Yo soy una santa. Perdí la virginidad en la iglesia.
- Y ahora dicen que casarse por conveniencia no es conveniente.