- Pues para pesar doscientos kilos no estás tan gorda.
- Si parecéis hermanitas, pero de Drácula y Frankenstein.
- Qué bien te ha quedado este autorretrato –le dice un pintor famoso a otro-, no se te parece absolutamente en nada.
- Eres tan mona, que te he traído cacahuetes.
- El que te hayan vendido dos veces la torre Eiffel no quiere decir que seas retrasado mental.
- Tú no eres fea, eres jorobada simplemente.
- ¡Querida! Tu vestido es precioso. Es increíble lo que regalan en las cajas de detergente.
- Tienes el alma tan limpia como el cerebro.
- Pues para ser tan despierta, aburrir a los demás es todo un mérito.
- Tú no eres gorda, es que tienes un gran peso moral.