- …Me dijeron que cantara, canté, la cárcel se inundó y me escapé nadando.
- ¡Mientes!
- ¿Cómo lo has descubierto?
- Porque tú no sabes nadar.
- Mi suegra se quejó al juez, y nada. Al comisario, y nada. A las feministas, y nada. A la Protectora de Animales, y me trincaron.
- ¿Y usted de qué trabaja habitualmente?
- Si tuviera un trabajo habitual no andaría robando, señoría.
- Perdone, ¿este es el Gremio de Comerciantes?
- No, es el Tribunal Superior de Justicia.
- Es igual, ¿qué no les interesaría una báscula digital?
- Y como no va a tener el brazo largo la justicia, si se la pasa todo el tiempo sosteniendo la balanza.
- Mira, un fiscal procesado por evadir al Fisco.
- No se preocupe, que el pensamiento siempre queda libre.
- Pues ya le vendrá a pagar mi pensamiento, señor abogado.
- Escondan sus carteras, que ya ha llegado el abogado.
- Adiós, abogado sin título.
- Adiós título sin abogado.